Ayer, viernes 24 de septiembre, se vestía de gala San Fernando, la Isla de León, esa ciudad hermana y vecina, tan parecida y, a la vez, tan diferente de su hermana mayor, Cádiz. La ocasión lo merecía puesto que celebraba el bicentenario de las Cortes de Cádiz, que comenzó un día como ese hace ya doscientos años. Era la primera vez que se celebraba una asamblea, sin la intervención del monarca, para constituir leyes. En este caso, se promulgaba la división de poderes, los principios de la soberanía nacional y diferentes derechos, que hoy en día son tónica general en muchos países del mundo, pero en aquella época eran algo absolutamente innovador.
Este fué solo el comienzo, puesto que las Cortes se trasladaron a Cádiz por el avance de las tropas napoleónicas, que tenían conquistadas toda la península ibérica, con la excepción de San Fernando y la capital.
Antes de la visita de los Reyes de España y de los presidentes del congreso y del senado a la Isla, tuvimos ocasión, unos días antes, de visitar la ciudad.
Hacía años que no iba allí y tenía un interés especial, dada la transformación a que se está sometiendo la Isla, especialmente con la peatonalización de la calle Real por el paso del nuevo Tranvía de la Bahía de Cádiz, que unirá Cádiz con Chiclana de la Frontera, pasando por San Fernando, por supuesto.
Me impresionó ver la que, hasta hace unos años, era la arteria principal de la población, con su incesante ir y venir de personas y vehículos, transitando de un lado a otro, centro de los negocios y servicios, pero esta vez vacía de coches y más ancha de lo que solía parecer cuando tenía aceras y carretera.
Será un alivio para el conjunto de la Bahía de Cádiz el disponer de un medio de transportes limpio y alternativo al tren y al autobús, que dé más facilidades a los habitantes para poder trasladarse, sea por motivos laborales, personales o de ocio, sin tener que usar el automóvil, evitando las congestiones, atascos de tráfico y contaminación medioambiental.
La obra aún no está terminada, sobre todo en el último tramo, desde la Capitanía marítima hasta la Venta de Vargas, por lo que la Isla conserva todavía los andamios y restos de obra. Quedan años de limpieza de aspecto pero va despertándose y va camino de convertirse en una ciudad bella, histórica aún más si cabe y cultural. En cuanto los últimos reductos militares pasen manos civiles, la Isla dispondrá de un patrimonio arquitectónico y monumental mayor. Ejemplo de esto es el mencionado edificio de la Capitanía marítima, de uso militar, que dispone de un jardín trasero, hermoso, en plena ciudad, ávido de ser descubierto por l@s cañaillas y tod@s l@s que quieran visitarlo...entre ell@s, yo.
Esperamos que San Fernando sea, por lo menos para los ciudadan@s de la Bahia de Cádiz, algo más que el Bahía Sur, el centro comercial por excelencia, y que las gentes miren a esta población como un referente de ciudad cultural y monumental, sabiendo valorar y apreciar su belleza escondidad y su importancia historíca.
Aún nos queda otra segunda visita, esta vez a los edificios militares, tales como el Panteón de Marinos ilustres, el Museo Naval y el Observatorio de Marina, y el jardín botánico, el tercero que hay en la provincia de Cádiz, junto a los de Alcalá de los Gazules y El Bosque, para completar nuestro recorrido por San Fernando y cerrar así el turno de visitas que hemos realizado a todas las ciudades de nuestra Bahía de Cádiz, visistas que, sin duda, se repetiran en otras ocasiones.
sábado, 25 de septiembre de 2010
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No podía dejar pasar esta ocasión que me brindas cuando hablas de mi querida ciudad. La verdad es que tu artículo es bueno y sincero, además de dejar entrever cosas que muchos piensan que San Fernando carece. Mi Isla tiene historia, arte, personajes ilustres, diversión, comercio, y mucho más. DEsgraciadamente, muchos la conocen por ser la ciudad que cobija el mejor centro comercial de la provincia y tercero en dimensión de Andalucía, pero San Fernando esconde mucho más. Ahora mismo parece una quinceañera que empieza a maquillarse, a ponerse guapa, para que sus gentes y foráneos sepan apreciar el arte y la vistosidad de esta isla del Sur, mi queriada y apreciada ciudad. Gracias por tu comentario.
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