Como es tradicional, coincidiendo con el día 14 de febrero, Teruel se engalana para celebrar la fiesta de los Amantes de Teruel, historia famosa por el desenlace tan trágico, como romántico, que tuvo este amor.
La ciudad se convierte en un auténtico escenario medieval, en donde los gallardetes, los blasones y las carpas transfoman, aún más si cabe, las calles y plazas turolenses en una villa de la baja Edad Media. Los habitantes celebran, vestidos con trajes de la época, los amores infructuosos de Diego de Marcilla e Isabel de Segura, jovenes amantes y enamorados, que no pudieron disfrutar de la dicha de un sentimiento, que, aunque mutuo, estaba vetado por las desigualdades sociales de ambos.
Este episodio, enmarcado con un mercadillo medieval, actuaciones de juglares y cetrería, torneos, y demostraciones de los diferentes oficios de la época, se salda con la representación teatral, que año tras año, tiene lugar en la ciudad, a lo largo de sus calles, de la como Diego e Isabel se conocieron y como acabaron juntos, después de haber muerto y sin poder haber consumado su amor. La tragedia es representada por un elenco de actores y actrices, algunos ya veteranos en estas lides, pero otr@s, como los papeles protagonistas, suelen cambiar cada año.
Es un ambiente mágico, que traslada al visitante a una época, olvidada, e injusta en cuanto a los prejucios de clases, pero rica en colores, sabores y olores.
Si ya es recomendable visitar Teruel en cualquier época del año, más aún lo es en la semana de los Amantes,a mediados de febrero, para dejarse embriagar los sentidos y volar en la historia.
martes, 2 de marzo de 2010
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